En el Día de la Primavera...

VIVIR COMO LAS FLORES...

Maestro, que debo hacer para no quedarme molesto?
Algunas personas hablan demasiado, otras son ignorantes.

Algunas son indiferentes.

Siento odio por aquellas que son mentirosas.

Sufro con aquellas que calumnian.

- Pues, viva como las flores! Advirtió el maestro.
- ¿Como es vivir como las flores? Preguntó el discípulo.
- Ponga atención a esas flores - continuó el maestro, señalando unos lirios que crecían en el jardín.

Ellas nacen en el estiércol, sin embargo son puras y perfumadas.

Extraen del abono maloliente todo aquello que les es útil y saludable, pero no permiten que lo agrio de la tierra macule la frescura de sus pétalos.

Es justo angustiarse con sus propias culpas, pero no es sabio permitir que los vicios de los demás lo incomoden.

Los defectos de ellos son de ellos y no suyos.
Si no son suyos, no hay motivo para molestarse.

Ejercite, pues, la virtud de rechazar todo el mal que viene desde afuera.

Esto es vivir como las flores.

Desconozco el Autor...

...

Veo el jardín al que tantos años de tu vida le dedicaste...

Ya comenzaron a florecer tus fresias... Y algunas margaritas...

No llegué a sembrar las arverjillas... Perdón.

Desde principio de mes comencé a comprar plantitas de a poco para darle color a TU JARDÍN.

Obviamente se nota tu ausencia... Es algo que no se puede evitar...

Pero te prometo darle color, darle vida.

Incluso me llena el Alma porque cada vez que trasplanto una plantita siento lo que vos vivías cada vez que estabas en el jardín... Y te pienso... Y te pienso... Y te pienso...

Voy al vivero y trato de interiorizarme sobre que plantas dan flores, cuáles son de sol, cuáles de sombra... A cuáles les hace bien el sol de la mañana y a cuáles el de la tarde...

Le explico a la señora del vivero cuál es la intención de mi tarea... Y te recuerda. Me nombra cada una de las plantas que sembrabas... Y se me llenan los ojos de lágrimas...

No me sorprende la cantidad de gente que te admiraba por verte tanto tiempo en el jardín.

Al contrario, me llena de orgullo.

Sí, ese hombre es mi papá...

Partió... Se nota en la falta de colores del jardín. Lo sé...

Pero prometo hacer lo posible para que al menos se refleje la intención de que todos te recuerden. Quiero que tenga color... vida. Que se note cuántos nos importaba y apreciabamos tu tarea.

No se si lo voy a lograr, pero voy a poner todo de mí para tratar de que así sea...

Quiero que mamá tenga que salir a regar y recordarte viendote arrodillado en el jardín...

Que disfrute las plantas, las flores, los aromas, los colores...

Te extrañamos.

Pero la admiración y el orgullo que siento por vos, vence muchas veces la tristeza.

Me hace bien dedicarle algo de tiempo a TU JARDIN.

Aunque muchas veces me corra escalofríos por el cuerpo...

Los vecinos me cuentan anécdotas...

Me confiesan cuánto te admiraban...

Sí, ese es mi papá.

Yo soy su hija...

Te amo papá!!!

¡¡¡ FELIZ PRIMAVERA !!!

Donde estés seguro está sembrado de flores...

...