...Hacen falta muchos golpes para que los ojos dejen de mirar a través del corazón.
Pero un día, cuando se quiebra, ya no se puede volver a recomponer.
A partir de ahí, sólo queda la razón. La razón que lleva a la desconfianza. Y de la desconfianza al odio... Sólo hay un paso.
Y de pronto, cuando una piensa que lo tiene todo controlado, que la razón es la que manda en tu vida, alguien vuelve a hacer latir un corazón que pensabas que estaba dormido.
Si fuese la razón la que mandase, seguramente huirías lejos de allí.
Pero eso no se puede hacer eternamente.
Porque el corazón esta vivo. Y una no puede evitar que siga su camino. Aunque sepas claramente que ese camino va a terminar haciéndote daño.
Pensar o dejarse llevar...??? Ese es siempre el dilema.
El corazón nos hace soñar. Pero es la cabeza la que convierte los sueños en realidad.
La razón nos guía por un sendero de orden, mientras que el corazón nos adentra en lugares que ni siquiera podíamos imaginar que existían.
Razón o corazón...???
Qué difícil elegir...!!!
Futuro o pasado? Todos tenemos que decidir en algún momento de nuestra vida hacia donde queremos mirar.
Si quieres aferrarte al pasado para quedarte con lo que ya conoces o si quieres dejarlo atrás y mirar hacia adelante... el futuro da miedo porque es desconocido. Pero también es mucho mas emocionante y puede hacer vibrar el corazón de una forma que no recordabas.
El pasado puede dejar marcas que son imposibles de borrar. Marcas que sabes que te acompañarán toda la vida cada vez que apoyes la cabeza en la almohada. Marcas que a veces te recuerdan donde quisiste estar. Y otras, donde no quieres volver jamás.
Y cuando crees que nada puede hacerte mas daño, se abren nuevas heridas. Heridas que no sabías que estaban ahí. Porque cuando una herida que no sabías que tenías se abre, las consecuencias son imprevisibles.
Por eso antes de dar pasos adelante tienes que estar muy segura de que estas bien. De que el pasado es pasado no puede volver a hacerte daño.
Y aunque pienses que el pasado puede esfumarse, como el humo que sube al cielo en medio de la noche, no es tan sencillo...
Nadie sabe en realidad si ese humo es el final del incendio o tan solo es el comienzo...
Ellas nacen en el estiércol, sin embargo son puras y perfumadas. 
Extraen del abono maloliente todo aquello que les es útil y saludable, pero no permiten que lo agrio de la tierra macule la frescura de sus pétalos.
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